miércoles, 29 de septiembre de 2010

MUJERES,TRABAJO Y CUSTODIA COMPARTIDA por Maria Sanahuja

Por qué se está cometiendo la penúltima gran estafa a las mujeres en su nombre? Si la mayoría convenimos que la primera condición para avanzar hacia la igualdad de derechos es la independencia económica; si la gran conquista en los últimos 30 años en España ha sido acceder masivamente a la formación, que nos tenían vedada, y al mercado de trabajo; si las mujeres hemos realizado una gran revolución silenciosa, como ha sido retrasar la maternidad en 10 años, y reducir drásticamente el número de hijos, como única posibilidad para ir ocupando espacios, por derecho propio, como ciudadanas de primera; si nos hemos ido alejando del modelo de la caverna, en que el reparto de funciones venía irremediablemente marcado por la dedicación de unos a la caza y la guerra, y otras a la reproducción, ¿por qué ese empeño en los últimos años en querer recluirnos nuevamente en el hogar, al cuidado en exclusiva de los hijos?, ¿por qué el feminismo mayoritario se muestra feroz con la custodia compartida de los hijos, si al tiempo asume que la única posibilidad de las mujeres, trabajadoras y madres, de tener espacios personales y profesionales es dejar de cargar en solitario con su cuidado y educación?

Es una estafa pedir en nombre del feminismo que solo las mujeres asuman el cuidado de los hijos
Somos una especie animal que, con los avances técnicos, ha podido modificar los roles que la naturaleza ha impuesto para la supervivencia y la reproducción, pues los riesgos de extinción nos vienen de otros peligros. Las encargadas en exclusiva de la reproducción, al tiempo que responsables de ancianos, enfermos y hombres, hemos ido adquiriendo otros roles y ocupando espacios de poder y decisión, al menos en los países mejor situados económicamente, pese a la brutal presión social y las tremendas discriminaciones. ¿Cómo vamos a permitir que tanto esfuerzo personal y colectivo se vea amenazado por corrientes de opinión que pretenden imponer nuevamente esta carga a las mujeres? ¿Cómo vamos a asumir en solitario la difícil y durísima tarea de cuidar de unos hijos en unas sociedades complejas que exigen unas generaciones con un elevado nivel de formación técnica y personal, al tiempo que trabajamos fuera?
Lo que proponen esos grupos de presión es apoderar a las mujeres practicando una inicial expoliación al padre de sus hijos, pues apropiándose de estos se consigue de inmediato todo el pack (hijos, vivienda, pensión). Pero ese es un regalo envenenado para nosotras por varias razones. Dedicarnos en solitario a la educación y cuidado de los hijos limita brutalmente nuestro desarrollo profesional, relegándonos a niveles que no exigen tanta dedicación, lo cual irremediablemente se traduce en salarios menores. Si ejercemos nuestra función como educadoras con responsabilidad corremos el riesgo de ser las únicas malvadas que imponen hábitos y obligaciones, y si lo hacemos de modo irresponsable nos encontramos en poco tiempo con unos hijos asilvestrados e intolerantes a la más mínima frustración, que no dudan en acudir a la violencia, física o psíquica si no ven colmados sus crecientes deseos. Cuando los pequeños monstruos se emancipan, el propietario de la mitad de la vivienda de la que fue expulsado no duda en reclamarla, ya que en muchas ocasiones se vio obligado a regresar a su hogar materno, y en ese momento, cuando las mujeres tienen edades que rondan los 60 años, con escasos ingresos, no pueden adquirir la mitad de la vivienda, con riesgo de ser expulsadas.
El final del expolio inicial puede ser el que las mujeres se queden sin nada: sin profesión, porque no nos hemos dedicado a ella; sin espacios personales, al no disponer de tiempo, fuente de desequilibrios y frustraciones; sin casa; y sin unos hijos que, además, pueden formular serios reproches culpabilizando a las madres del alejamiento paterno, lo cual es fuente de conflicto y sufrimiento, al haberse quedado huérfanos con padres vivos, con un duelo que no se acaba.
El modelo que se propone con la custodia compartida es que en aquellos supuestos, minoritarios pero crecientes, en los que el padre quiere participar en la corresponsabilidad tantas veces exigida a los hombres, no solo no deben ponerse obstáculos, sino que se debe favorecer. Eso es lo mejor para los hijos, pues tienen unos progenitores que, cada uno según su criterio, hacen carreras de relevo en su agotador cuidado, y son educados en la pluralidad y en el respeto a las diferentes maneras de leer el mundo, completadas sin duda con la escuela, los amigos, las familias amplias, con Internet y la televisión. La custodia compartida no libera al progenitor con más ingresos de hacerse cargo de la mayor parte de los gastos. Por el contrario, potencia la voluntad de contribuir más porque se mantiene el contacto y afecto con los hijos, y aleja la tentación de aparentar inexistentes insolvencias, en un país con un importante nivel de economía sumergida y ahora en crisis.
A los hijos no se les puede imponer un modelo monoparental que les perjudica, cuando tienen padre y madre que quieren y pueden responsabilizarse de ellos. Y es precisa una jurisdicción especializada en familia, tantas veces reclamada, que de un modo eficaz intervenga y haga difícil la utilización de los hijos como armas en unos conflictos de los que siempre deben ser alejados si queremos construir una sociedad en igualdad, paz y progreso.
María Sanahuja Buenaventura, magistrada de la Audiencia Provincial de Barcelona, es miembro de Jueces para la Democracia y de Otras Voces Feministas.

EL AYUNTAMIENTO DE MADRID APRUEBA MOCION SOBRE CUSTODIA COMPARTIDA COMO NORMA PREFERENTE



El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado promover la custodia compartida en caso de divorcio o separación con los votos a favor del PP, en contra del PSOE y la abstención de IU.
Para ello, propone instar al Gobierno de la Nación a promover una modificación legislativa que establezca la custodia compartida como régimen preferente en estos supuestos.
Concepción Dancausa (PP) defendió esta proposición argumentando que así ninguno de los progenitores queda marginado en caso de divorcio o separación y reveló que Aragón y Cataluña han aprobado leyes que la establecen como preferente.
Además, la custodia compartida evita que uno de los progenitores quede "con toda la carga de la crianza y sin tiempo para otras cosas", a juicio de Dancausa.
"La sociedad cambia y cada vez son más los hombres que quieren participar en la crianza de sus hijos y no limitarse a pasar un dinero a fin de mes", argumentó Dancausa, quien, sin embargo, reconoció que hay casos en los que no es posible, como en los casos de violencia doméstica.
Milagros Hernéndez, IU, se mostró de acuerdo en que "no tenemos por qué cargar las mujeres siempre con el cuidado de los hijos" y aseguró que "la igualdad entre hombres y mujeres está en un momento difícil" porque "los procesos de divorcio y separaciones no se viven igual con dinero que sin dinero", lo cual "se agrava en este momento de crisis, que está frenando necesarios divorcios ante la imposibilidad de mantener dos domicilios".
Ángeles Álvarez, del PSOE, criticó la propuesta porque a su juicio favorece una limitación de la efectividad de una separación o divorcio y en realidad promueve "una especie de matrimonio a la fuerza".
Según Álvarez con esta propuesta "nos están intentando colocar la imposición de la custodia compartida y que la fiscalía se ausente del proceso".
Para la concejal socialista, "no es lo más adecuado para vigilar los derechos de los niños", sino que "es mejor confiar en las personas porque son capaces de llegar a acuerdos".
Ángeles Álvarez manifestó que el PP "propone una custodia compartida impuesta", mientras que el PSOE defiende una custodia "negociada y responsable".

A dicho pleno asistieron representantes de Custodia Paterna,Abuelos Separados,Amnistia Infantil y Confederación Estatal de Asociaciones de madres y padres separados